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03/10/2007 · Pregón Oficial de Fiestas - Novillos, 2007
Pregón de Fiestas 'Los Novillos, 2007', leído por José Luis Carazo Guerras [Subdirector del diario deportivo Sport] en la Plaza Mayor de Nava del Rey.
PREGÓN - NOVILLOS, 2007
Vecinas y vecinos de Nava del Rey,
Buenas noches e infinitas gracias por asistir a los actos que abren las fiestas populares del año 2007. Todavía hoy me pregunto que méritos hice para tener la honra de ser pregonero de esta noble Ciudad. La verdad es que es un orgullo para mí estar aquí con todos vosotros.
Muchos de los presentes se preguntarán ¿Quién es la persona que pregona nuestras fiestas?
Nací en Nava del Rey hace 59 años, así que soy navarrés de pura cepa. Mi abuelo Pedro Guerras Bergaz, casado con Adela Salvador Pascua es el tronco de una familia que tuvo tres hijas, una de ellas María Luisa, casada con Adolfo Carazo, dio a luz en la calle Hospital dos gemelos. Uno de ellos soy yo, José Luis, hoy día casado con otra castellana del Valle Esgueva, Soledad García, con la que tenido dos hijos: Soledad y José Luis. Junto a ustedes también se encuentran el resto de mi familia: Adolfo, Fernando, María Luisa y Adela, con sus respectivas mujeres o maridos.
Aquí estoy, no para aburriros con sermones sobre el pueblo, sus monumentos, sus reliquias o para resaltar los caldos que tanto le han distinguido, sino para testimoniar a personas que han formado parte de la historia de esta ciudad y que han convivido conmigo desde mi infancia hasta el día de hoy.
Les prometo que ellos también tienen el derecho del recuerdo y hasta me atrevo a asegurar que todos, estarían capacitados para dar el pregón de unas fiestas que son el santo y seña de una ciudad que siempre se ha caracterizado por su señorío.
Empiezo por mi niñera, Carmina 'La Morucha' y por Jovita o por mis tatas, Carmina, casada con 'Canuto', y Lola, las hijas del zapatero, que siguen siendo parte de la familia Carazo Guerras. Sigo con Lola Pino, Clementina Espina y Emi, las vecinas; continúo con los padres, de mi amigo Antonio García, recuerdo con cariño a Miro y sus hermanas, que regentaban una tienda de comestibles, a 'Tazón' que por cierto un buen día choqué con su bicicleta y tuvieron que darme tres puntos de sutura en la ceja. Al sastre, Sr. Paco, que me vistió durante muchos años, a José 'El Zurdo' que vivía en la esquina, muy cerca del callejón donde se ubicó la Sociedad de Cazadores.
Aún tengo en mi memoria mis vivencias en los trillos o cuando íbamos a acarrear, con el Sr. Juan, que era quien se subía al carro y le tapábamos en un santiamén con las gavillas que le lanzábamos mis hermanos, Adolfo y Fernando y un servidor, desde todos los frentes. No vean el tirón de orejas que me dio el Sr. Juan cuando trillando con el tractor, un Ferguson, me quedé dormido y choqué contra un poste de la luz.
No puedo olvidarme de Jesús Román Rodríguez 'Tarara', quien dedicó toda su vida a llevar la labranza de mi casa y quien se comportó conmigo como un hermano más. (Su hijo, Susi, sigue ahora la estela dejada por su padre). Jesús fue un caballero de los pies a la cabeza. Tampoco puedo quitarme de la cabeza a Eladio, Félix, Arcadio, Cirilo y Jesús, el hijo del Sr. Juan y ‘Los Peteretes’, todos ellos trabajadores en la hacienda de mi abuelo. ¡Qué tiempos aquellos! Se trabajaba de sol a sol y nadie se quejaba. Aunque, naturalmente, el de ahora es mejor.
Añoro la escuela de las monjas, que se encontraba debajo de los soportales, donde había un cuarto oscuro al que iba a parar quien se portara mal, (en más de una ocasión estuve yo allí) o la del pueblo con el maestro D. José a la cabeza -mi tío Pepe- que ha enseñado a varias generaciones la historia, la geografía, las letras o lo que fuera preciso y, les prometo, que lo hacía con una paciencia inusitada.
Quiero resaltar también al cura que me bautizó, a D. Alfredo, que cada vez que salía una procesión nos llamaba a los gemelos, a mi hermano y a un servidor para que le acompañáramos o para que fuéramos los padrinos en el bautizo de un niño, cuyos padres estaban de paso por La Nava. Tampoco me olvido de D. Aniano ni de D. Francisco.
Siendo niño, lo que más me llamaba la atención era la voz del Sr. Julio, el pregonero, que se situaba en las esquinas de la Ciudad para dar las buenas y malas noticias o los bandos del alcalde o la bondad de ‘Tierrallana’, oficial del Ayuntamiento que era quien llevaba las órdenes a mi padre Adolfo, cuando era concejal de este Ilustre Ayuntamiento. También estaba Esteban, el del estanco, quien un año me fichó para jugar un torneo de fútbol en unas fiestas de Nava y en mi mente siguen vivos esos encuentros que jugábamos en la era de Ripollés, donde Mariano 'El Chivo' era insustituible
No me olvido tampoco de la tienda de ‘La Jorja’, que estaba al lado de la ferretería de D. Alberto. Entonces con cincuenta céntimos -y ya no hablemos si conseguías una peseta- te llenaban las manos de golosinas. Los domingos y los festivos buscábamos al abuelo, a mi tío Domingo Polo, o a D. José para buscar la propina.
Recuerdos también para Nina y Dorita, las estanqueras a las que acudía para comprar paquetes de Celtas cortos. Al Sr. Julio el peluquero y a su hijo Fernando, que cortaba el pelo a navaja como nadie. Y, por supuesto, no quiero dejar fuera del tintero al Sr. Julián -el albañil-, que junto con sus hijos convivieron muchos días en la casa de mis padres para reparar lo que hiciera falta.
Las Fiestas de Septiembre también se me han quedado grabadas en mi memoria. Las viví desde mi infancia, subido al balcón de mi abuela Carolina, dueña de la Farmacia que estaba al lado del Bar Juanito, otro personaje con un gran corazón, que tuvo dos hijos, Juan y Susi con los que también he compartido momentos entrañables. También recordar la discoteca de Camilo donde allí acudíamos para bailar pasodobles o intentar achuchar lo que se pudiera con las amigas o las mozas de Nava.
Recuerdo los encierros y las corridas taurinas, donde los mozos se jugaban la vida cortando a unos toros que podrían pesar quinientos kilos. Dos anécdotas inolvidables me vienen a la cabeza en estos momentos: Una cuando los miuras asomaban su rostro por el balcón del Ayuntamiento y la otra, cuando eran metidos por unos fornidos personajes al 'Bar Yo Voy', muy cerca del Bar de Orencio, para abrirle la boca y hacerles beber una buena botella de vino rancio. Somos así. Tenemos fama de meter la viga atravesada, pero nadie nos gana a disfrutar de unos festejos que eran la envidia de la provincia de Valladolid. Y ya no hablemos de la noche de las vacas, con su fuente de vino...
A los once años me fui a estudiar a Valladolid, pero eso no supuso ningún obstáculo para seguir muy vinculado a La Nava. Acudía en Navidad, Semana Santa y en los veranos para echar una mano en las tareas agrícolas, cosechando con José 'Serapio' o su hermano Teófilo o con 'Jandro' o con 'Colorín' y, por supuesto, para divertirme con los amigos.
Con 15 años formamos la 'Peña El Biberón', junto a Toresano, el hijo del pintor, 'Jandro', el hijo del peluquero, 'Choche', el hijo de doña Carmen que tenía una tienda de comestibles, de Antonio García, Mariano Duque, Mariano Carrillo o de Ricardo, el hijo de un Guardia Civil, de José María Cantalapiedra, cuyo padre nos regalaba el vino para que todos los días tuviéramos limonada para jugar al 'Tío Maragato'. Recuerdan... "En casa del ‘Tío Maragato’ mataron un gato ¿Quién lo mato?..." quien fallaba tenía que beber medio vaso de una limonada que quitaba el hipo.
Luego nos hicimos más mayores y la ‘Peña El Biberón’ pasó a llamarse 'Tutankamon'. Un servidor tenía entonces 20 años -quien los pillara- y seguía pasándomelo a lo grande junto a Fernandito ‘El Catorzo', ‘Chuspi’, los hijos de Miguel Rodríguez 'El Cubero', Manolete y Miguel Ángel Ripollés, Emilio Ruano o el otro Emilio, el de la 'Casa Blanca’, Arturito, los hermanos ‘De La Hoz’, José Carlos Duque y las amigas de mi juventud como Mari Fe De la Hoz, Sole, Chelo, Julita, las hermanas Lanzos, Carmen Sáez, Mari Carmen Sota o de Machús y Pili, las hijas de Alberto.
También quiero dar testimonio de mis primos, Josito, Caritina, Inmaculada, Falito, Sole y Marijuli los descendientes de mi tía Carito, así como de José e Inmaculada, los hijos de mi tía Adelina.
Para finalizar y no seguir aburriéndoles, quiero añadir que mi familia siempre ha tratado de traer a Nava a amigos de distintas provincias para que conozcan ‘de pe a pa’ sus monumentos, sus reliquias, sus caldos, compartan con todos los navarreses la fiesta de Los Pegotes, la del Domingo del Señor y la del 8 de Septiembre y saboreen las delicias de una cocina inmejorable, sus vinos, las pastas y las Empanadas o Los Doblados de 'La Manola' y los Nevaditos de Villaseco...
Les puedo prometer y prometo que tanto mis hermanos como yo nos sentimos orgullosos de haber nacido en Nava del Rey, la Ciudad que puede presumir de señorío y de tener la virtud de abrir su corazón a todos aquellos que lleguen de fuera.
Para finalizar, solo decirles que hace 30 años me fui a Barcelona para convertir en realidad mi sueño de llegar a ser un buen periodista deportivo. Creo haberlo conseguido con creces. He trabajado en Radio, Televisión y prensa escrita y siempre que he podido he tenido en cuenta la tierra donde nací. Llevo sangre de navarrés, soy socio del equipo de fútbol -Real Club Deportivo Navarrés- y siempre llevaré en mi corazón el recuerdo imborrable de una gente encantadora, como lo son todos ustedes. Y que a buen seguro también tienen todo el derecho de estar en este estrado para dar próximos pregones.
Me consta que 'Los Carazo' -gratamente- seguimos muy vivos aquí y espero que en vuestra memoria permanezca muy viva. Por supuesto que hay muchos más nombres propios que han formado parte de mi vida como la familia ‘Serapio’, la familia Meléndez, 'Los Polo’ con Gerardo y Nati a la cabeza, la familia Ballesteros, ‘Los Cuadrado' y muchos otros más que espero sepan perdonarme por no haberles citado.
Antes de dar por finalizado el pregón, quiero regalar al Ayuntamiento una camiseta del Real Madrid y otra del Barça, con las firmas de todos los jugadores actuales. Pido que suba al estrado el Ilustrísimo Sr. Alcalde para hacerle entrega de este regalo que a buen seguro lucirá en la Sala de Actos.
A continuación, pido a mi familia que suban también al estrado para lanzar al respetable una serie de regalos para que tengan un recuerdo de este pregonero que lo único que ha intentado es dar fiel testimonio a unas personas que han sido y son historia de Nava del Rey.
Muchas gracias por haberme soportado con tanta resignación.
¡VIVA LA NAVA DEL REY!
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CONCEPCIÓN!
¡VIVA LA MADRE QUE OS PARIO!
VIVA LAS FIESTAS DEL 2007!
Nava del Rey, 6 de septiembre de 2007
José Luis Carazo Guerras
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