Pregón Oficial de Fiestas pronunciado el 6 de septiembre de 2013 por Esther Guerras Celemín, con motivo de las fiestas de 'Los Novillos, 2013'.
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LOS NOVILLOS, 2013. PREGÓN DE FIESTASPor Esther Guerras Celemín (Periodista).
Queridos vecinos,
Como muchos sabéis formo parte de los navarreses que por circunstancias de la vida no residen en el pueblo, pero que mantienen vivo el vínculo con el sitio donde nacieron y se criaron.
Por ello, sigo recopilando aquí en Nava buenos momentos que sumar a los recuerdos de la infancia y la juventud.
Recuerdos como el del paseo diario al colegio con mis hermanos o el de las clases junto a mis compañeros, los de la quinta del 76, una quinta muy numerosa en buena gente a la que envío un cariñoso saludo.
El recuerdo de los juegos en el parque con mi amiga Mónica, de las clases de guitarra en casa de mi tío Agustín y, unos años después, de las noches de buena música y buenos momentos en el Marley, un bar y unos años que nunca olvidaré. Y como no recordar la ilusión que se sentía tal noche como esta, la de la Víspera, por tener cinco días de fiesta continuada.
Pero, más que recuerdos de mi época plenamente navarresa, me gustaría compartir los principales aspectos que yo destacaría de la Nava y lo que creo que me ha aportado el hecho de haberme criado en el pueblo.
En primer lugar, señalaría el valor del trabajo. Creo que en el pueblo aprendí que en la vida es preciso trabajar y luchar para salir adelante y conseguir las metas que uno se propone. Y que lo aprendí porque crecí viéndolo a mi alrededor día tras día, como una forma de vida cotidiana.
Cuando de adolescente me levantaba para coger el autobús que me llevaba al instituto, a una hora en la que apenas había amanecido, mis padres ya estaban ocupándose de su rebaño de ovejas. A ellos, a mis padres, y a mis hermanos va con vuestro permiso dedicado este pregón.
Pero al igual que ellos, cuando iba hacia el autobús me cruzaba con los agricultores, que ya ibais en vuestros tractores camino a la labor, con los albañiles, pintores, carpinteros, toneleros, fontaneros... que con el bocadillo bajo el brazo os aprestabais hacia el tajo, y con los comerciantes, que ya veníais de aprovisionar productos para vuestras tiendas. Y el olor que desprendían la chimenea de la fábrica de pastas y de las panaderías ya evidenciaba que a esa hora tenían horneados los primeros panes. Cada uno a su oficio. Creo que crecer en este contexto imprime el carácter del trabajo.
Yo siempre digo que a lo que hoy me dedico es un oficio más. Y al igual que otros muchos, el del periodismo tampoco atraviesa sus mejores momentos. Por eso, me gustaría lanzar un guiño de complicidad y ánimo a las distintas generaciones de periodistas que la Nava ha dado hasta ahora. A quienes culminan una trayectoria en la profesión o trabajado con ella como José Carlos Duque, José Luis Carazo y Juan Sáez. A a los que actualmente la integran: Rafael Daniel Pérez, Anabel Alvarez, Mónica Guerra, Alicia Pérez, Susana García Polo y Susana de la Horra, y a una joven que con toda ilusión acaba de elegir este oficio y a la que deseo lo mejor, Anabel Morán.
Y hablando de lo mejor de la profesión, permitidme por favor un reconocimiento público a mis compañeros de la sección de Economía, con los que es un placer trabajar, muy especialmente a Mariano Collado, gran maestro, inmensa persona, a quien estaré eternamente agradecida.
Que todos estos oficios perduren y que el nuestro pronto destaque en titulares el crecimiento de la economía, la creación de empleo y las nuevas oportunidades que se abren para los jóvenes.
* * *
Volviendo a los valores del pueblo que quería destacar, el segundo de ellos es su gente, sois vosotros, que sois lo que de verdad conformáis el pueblo.
Desde este atril, un lugar que normalmente ocupamos navarreses que no vivimos en Nava, me gustaría reconocer a quienes la habitáis todo el año y hacéis posible un pueblo como pocos: lleno de niños, de la energía de su juventud y del digno legado de una vida de trabajo que nos van dejando nuestros padres y los más mayores.
Sois vosotros los que mantenéis vivo al pueblo. Más que vivo, yo diría que lo tenéis en ebullición. Así lo demuestra el hecho de que, seguramente, la Nava sea la ciudad con mayor número de asociaciones por habitante al menos de la provincia.
Creo que debe ser un motivo de orgullo vuestra capacidad de unión, el hecho de que lo mismo os juntéis para difundir las jotas tradicionales que para un concierto de rock, para hacer labores o manualidades, para soltar al toro del cajón, salir al campo, o a cazar, o para disfrutar con los triunfos del equipo de fútbol local.
Por ello, mi homenaje y aplauso a la Asociación El Cribero, a la Asociación El Toro de Nava, a la de los Amigos de la Pelota y a los Amigos del Baloncesto. A la Asociación Caballista Navarresa, a la Asociación de Jubilados la Inmaculada, a la de hosteleros Santa Marta, a la Asociación de Madres y Padres Pico Zarcero, a la asociación de mujeres Los Pegotes, a las Aguedas, a las Hijas de María, a El Romero de Nava, a la Asociación Los Levantes, al Moto Club de Nava, a NavaRock, a Nava Teatral Bambalinas, a la Oropéndola, al Club de Cazadores Hermano Antonio y al Real Club Deportivo Navarrés. Y a todos quienes con toda la ilusión y dedicación promovéis e integráis estas organizaciones. Además de pasar buenos ratos con vecinos con gustos afines, hacéis comunidad y dais al pueblo vida y alegría.
Y si asociaciones tenéis unas cuantas, tampoco os quedáis cortos en peñas, verdaderos pilares de las fiestas que además se crean alrededor de una de las mejores cosas de este mundo, la amistad y los amigos. Peñas que afortunadamente incorporan savia nueva todos los años. La peña 'El Garrote', 'El Desmadre', 'Malibu', 'A ti que te importa', 'Excalibur', 'La Fusión', 'Calipso'... son algunas de las de mi época. Tomamos el testigo de las que nos precedieron, algunas ya míticas en la Nava como 'El 600', 'La Bota', 'La Teja' o 'El Chivo'. Y a su vez lo fuimos cediendo a los jóvenes que venían detrás, los que formaron la 'Extasis', 'Waikiky', 'Tentempié...', a las que se han ido sumando 'Kibuzt', 'Chilindriqui', 'Alares', 'Druidas', 'Jaleo', 'Jarana', 'Jamacuco', 'Komplot', 'Skarebull'....
Las asociaciones y las peñas son dos buenos ejemplos de algo que también suelo defender: que los pueblos constituyen la más auténtica y amable forma de convivencia en sociedad, sobre todo hoy día, cuando lo que impera es el individualismo, la competencia y la famosa globalización.
Por ello, desde mi humilde posición y con todo el respeto del mundo, me gustaría reivindicar el sitio y el papel de los pueblos y pedir a las autoridades, a quienes gobiernan más allá del ámbito municipal, que no se olviden de este, de Nava del Rey. Para que sus ciudadanos tengan las mismas oportunidades y ni una menos que los que viven en las capitales, para que los niños reciban la misma formación y educación que los que acuden a un colegio de Valladolid o Madrid, que los vecinos dispongan de las mismas dotaciones, servicios públicos y transportes, y que no echen de menos una atención sanitaria universal y gratuita.
Y antes de concluir esta pequeña licencia reivindicativa, me gustaría recordar también a esta que tengo a la espalda y que hoy enmarca este acto, para que las autoridades tampoco se olviden de ella. Mas allá de advocaciones religiosas, creo que la iglesia es un eje vital de la comunidad y, sobre todo, un testimonio de su historia. Y, en mi opinión, un pueblo que pierde su historia difícilmente puede afrontar su futuro.
* * *
Y el tercer aspecto del pueblo al que hoy me voy a referir no podría ser otro, son las fiestas de la Nava y la inigualable forma en que la Nava las vive.
En este caso, seguro que tampoco me equivoco si digo que nadie como los navarreses para respetar su calendario de fiestas tradicionales. Un calendario que si te has criado en el pueblo llevas grabado a fuego, de forma que estés donde estés y en la tarea que estés, el 7 de septiembre es el Día de los Novillos, el 8 de diciembre la Virgen de los Pegotes, y el último domingo de mayo, la Función.
Y bien podemos presumir de que ningún sitio como Nava a la hora de celebrar estas fiestas. “¿Por qué van a ser especiales?”, nos pueden preguntar.
Pues muy sencillo, porque todo el pueblo al unísono se vuelca en su celebración. Desde los más pequeños, que corren los toros ecológicos, llevan los pegotes en la bajada y subida de la patrona y lloran asustados con los cohetes del día de la Función. Hasta los de más edad, que nos enseñan a lanzar vivas a la Virgen de la Concepción, se arrancan con su pasodoble a bailar en las verbenas y que en estos días seguro que recuerdan con melancolía cuando de mozos corrían a los toros, muchos aquí en esta plaza o en la próxima del Castillo, mientras ahora los ven pasar desde un balcón o encaramados a la talanquera. Eso así, acompañados de los miembros de su correspondiente peña porque, afortunadamente, para juntarse con los amigos a disfrutar de la fiesta no hay edad.
Y muy especialmente los jóvenes, alma de la fiesta, que lo mismo se ponen 'de tiros largos' para honrar a la patrona que el traje de la peña para intentar alargar al máximo estos días y noches de música, amigos y juerga que tienen por delante.
Sin olvidar a los forasteros, a los que con tanta hospitalidad sumáis al festejo. Ya me lo diréis si no mañana, si aún os quedan fuerzas, todos aquellos que hayáis tenido a bien venir a acompañarnos en esta noche de víspera de los Novillos.
* * *
Y así es queridos vecinos como yo veo a nuestro pueblo. Como una comunidad amable y acogedora, trabajadora, con honorable historia y valores, y seguro que un próspero futuro. Una comunidad de gente honesta, hospitalaria, dinámica y divertida, que cada año, tal noche como esta, estalla para celebrarlo en una fiesta sana y compartida.
Y no quiero ser yo quien demore por más tiempo la fiesta. Por eso, tras reiterar mi agradecimiento, solo me queda animaros a disfrutar como nunca de Los Novillos 2013.
Para ello, he adaptado un trocito del pregón que hace unos años pronunció en las fiestas de San Isidro de Madrid Joaquín Sabina, alguien que creo que es el mejor ejemplo a la hora de manifestar el doble sentimiento que todos los madrileños de adopción tenemos: el de la gratitud y el cariño a la villa que nos ha acogido y el amor y el respeto a nuestras raíces.
El extracto de ese pregón dice así:
Navarreses, forasteros
a gozar que ya habrá tiempo
de volver a la oficina,
a la hipoteca, al barbecho,
a la fábrica, a la lluvia,
a la familia, al colegio.
Bebed, bailad, disfrutad,
aplaudid a los toreros,
marcaos aquí en la plaza
Paquito Chocolatero.
Que corra el vino y la risa,
la amistad y el cachondeo,
enrollaos y pasaos
por unos días al menos,
no sea que vuelva el tío Paco
con las rebajas de enero.
Y, puestos a desear,
quiero deciros que quiero
para vosotros un mundo
más cómplice y más fraterno,
más solidario y feliz,
cachondo y despreocupado
de prejuicios y complejos
y una vida que sea vida
a la medida del pueblo.
Y me despido, ahora sí,
que es hora de bailes y no de versos.
Queridos vecinos y amigos, muy felices fiestas.
¡Viva la Nava! ¡viva su gente!
¡Viva la gente del pueblo!
Nava del Rey, 6 de septiembre de 2013
Esther Guerras Celemín.
(Foto superior: Jacinto Navas. Gremios SL)